Aparentemente, la historia (con énfasis en la historia brasileña) dejó de ser un tema interesante hace un tiempo, especialmente en el entorno escolar. A lo largo del texto veremos por qué esto ocurre, cuáles son las consecuencias de este tipo de mentalidad y cómo se puede resolver este problema.
¿Cómo comenzó esto?
Nada de esto sucedió de la noche a la mañana. ¿Has escuchado el dicho que dice que una mentira, cuando se cuenta muchas veces, se convierte en verdad? Bueno, tal vez no sea exactamente así, pero probablemente después de muchos años contando una historia desde un solo punto de vista, se convertirá en la verdad absoluta para aquellos que no buscan la versión completa. Durante muchos años, y hasta el día de hoy, la historia nacional ha sido menospreciada y contada desde un punto de vista pesimista. Se ha difundido como un juego de teléfono descompuesto, donde cada uno dice lo que entendió y al final la frase es muy diferente de la original. Muchos jóvenes hoy en día son impulsados por eslóganes, frases llamativas y titulares que ni siquiera entienden, simplemente siguen la corriente del momento y viven en el presente, lo que es una de las razones para la falta de interés en la historia.
¿Cuáles son las consecuencias de este tipo de mentalidad?
Hay una frase de Edmund Burke que dice: "Aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirla". Si entendemos el pasado y aprendemos de aquellos que nos precedieron, tenemos la oportunidad de hacerlo mejor y no cometer los mismos errores. Además, la historia contribuye a la formación de la identidad de una sociedad. La cultura, los problemas sociales, los estereotipos o las peculiaridades de un lugar están relacionados con su historia, por lo que es importante saber quiénes somos y de dónde vienen nuestras ideas. A veces subestimamos a las personas que hicieron algo en el pasado, como si fuéramos mejores y supiéramos más que ellos. Sin embargo, esta arrogancia puede traer muchos problemas. No podemos cambiar el futuro sin conocer nuestras raíces, sin conocer a aquellos que lucharon o dedicaron su vida para hacer un mundo mejor para nosotros que estamos aquí ahora.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Para marcar una diferencia significativa en el mundo, se requieren acciones, además de palabras bien fundamentadas. Si ha habido fallas, debemos esforzarnos al máximo para que no vuelvan a ocurrir. Si deseamos cambiar la historia, debe ser de manera consciente e inteligente, basada en nuestro conocimiento de lo que sucedió y de lo que podría suceder. Por lo tanto, es muy importante buscar conocimiento. Puede que ya hayas escuchado esto antes, pero vale la pena recordar que el conocimiento es lo único que nadie puede quitarte, y es la herramienta más poderosa para cambiar a uno mismo y al mundo. Este tipo de iniciativa no necesita estar muy alejada de la realidad; es posible aprender sobre la importancia histórica a través de una investigación sobre el árbol genealógico de la familia, lo que permite a los jóvenes conectarse con sus raíces.
Por Ximena Muñoz Ferreira
Traducido por Kwan Ja
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