Por Elmer Campos
Casi 4 mil millones de personas fueron sometidas a algún tipo de medida de aislamiento durante la pandemia de la covid 19, sin embargo, hubo millones de muertes. El Sars-cov-2, el nuevo coronavirus, azotó al mundo en el último año y causó cambios repentinos en la vida de todos. Por un lado, uno de los peores escenarios de la historia en tiempos de paz, una verdadera guerra contra un enemigo invisible, y por otro lado, una 'desaceleración' en el ritmo de las grandes ciudades, la producción y el consumo, lo que redujo los niveles de emisión de CO2. Pero ¿puede la naturaleza realmente respirar aliviada?
Para Luiz Fernando de Novaes Vianna, Investigador de la Epagri, la pandemia que enfrentamos es un proceso natural, que desde una perspectiva geológica puede considerarse como un control natural del equilibrio ecosistémico mediante la eliminación del exceso de individuos de una especie determinada. El virus descubrió un nuevo huésped, el ser humano, lo que le permite una propagación fácil y rápida. A pesar de las ventajas de la proliferación entre los individuos, la capacidad humana para desarrollar vacunas, medicamentos e incluso la eficacia de nuestro sistema inmunológico hace que la supervivencia prolongada de un virus como el de la Covid-19 sea muy poco probable.
El Coronavirus es un indicativo de que la velocidad de deterioro de la naturaleza es la misma en la que la vida en el planeta, incluyendo la humana, está siendo amenazada. Según expertos de la Universidad Federal de Manaus, si las agresiones a la naturaleza continúan ocurriendo como hasta ahora, será cada vez más común que un virus o bacteria provoque brotes como el que estamos viendo hoy. Por lo tanto, el Covid-19 proporciona una importante lección sobre la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Cuanto mayor sea la preservación de hábitats y ecosistemas, menor será el riesgo de zoonosis con animales silvestres, según el virólogo Paulo Eduardo de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la USP. Para Marcus Vinícius, epidemiólogo y profesor de la UFMG, 'la pandemia señala el filo de la navaja en el que la humanidad está viviendo. Estamos causando tanto daño ambiental que nuestra propia supervivencia en este planeta está cada vez más en juego', y concluye con el lema 'no es el planeta el que depende de nosotros, sino que nosotros dependemos del planeta'.
Efectos positivos de la pandemia del coronavirus en el medio ambiente
Según la revista científica Nature Climate Change, en el primer trimestre de 2020, durante el pico de las medidas de aislamiento, las emisiones de CO2 fueron un 17% menores que en el primer trimestre del año anterior. Además, la climatóloga Corinne LeQuere, afirma que afirma que hubo una reducción del 4% al 7% durante el año 2020 en comparación con 2019, principalmente debido a la disminución de la producción industrial y la reducción de la circulación de medios de transporte. También, el uso de combustibles fósiles, la generación de residuos y el uso de materias primas disminuyeron, según Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio. Sin embargo, no todo son buenas noticias para el planeta, ya que el confinamiento puede aumentar la generación de residuos domésticos mal desechados, además del inevitable aumento de la producción de residuos hospitalarios contaminados, lo que representa un gran riesgo para el medio ambiente y la salud humana cuando se desechan incorrectamente.
En la última Cumbre del Clima, Brasil se comprometió a reducir la deforestación ilegal en un 50% para el año 2030. Teniendo en cuenta las dificultades logísticas que implica la fiscalización de este tipo de actividad en la Amazonía, la meta es muy ambiciosa y requerirá acciones coordinadas y una inversión sin precedentes.
Se sabe que la legislacion brasilenã es una de la mas sofisticadas del mundo. Sin embargo, actualmente ha experimentado cambios que han recibido muchas críticas, y la deforestación en la Amazonía ha alcanzado los niveles más altos de los últimos 12 años, según el INPE (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales).
Por otro lado, al hablar del medio ambiente, no podemos cometer el error de excluir al ser humano, que es parte del ecosistema, de la discusión, y considerar su impacto, tanto inevitable como evitable. En este sentido, la discusión en torno al desarrollo sostenible es fundamental. Por ejemplo, en los estados de la llamada Amazonía legal, las tasas de desempleo entre los jóvenes de 18 a 24 años son un 27% más altas que en el resto del país y un 11% más altas entre los de 25 a 29 años. Estos y otros datos importantes para pensar en el desarrollo humano y la preservación de la Amazonía están presentes en el proyecto de investigación Amazônia 2030.
Atividades ilegais ganham mais espaço onde há desemprego e pobreza. Por isso iniciativas como a do Centro de Empreendimiento da la Amazônia son importantes. ¿Y nosotros, desde donde vivimos, qué podemos hacer por el medio ambiente? No solo por la Amazonía, sino por los 6 biomas que nuestro extenso país alberga.
Traducido por Kwan Ja
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